Pollo frito en el horno

¿Qué no tiene sentido? ¡Todo lo contrario!
La pechuga de pollo se cocina muy rápido, así que cualquier método que nos permita ahorrar por lo menos algo de fritanga nos viene bien.
Vamos primero a derretir en el microondas unos 50-100 gramos de mantequilla para 4 personas. Vale, no es del todo dietética, pero que se le va a hacer… la cantidad en realidad puede variar según el gusto del cocinero y de los comensales.
Ahora ponemos en el robot de cocina o Thermomix o lo que sea unas lonchas de pan de molde, preferentemente sin corteza (es más esponjoso) y unas hierbas secas: tomillo, orégano… Trituramos todo y luego añadimos la mantequilla derretida y acabamos de mezclar.
En una plancha para horno pondremos ahora una hoja de papel para hornear, nuestras pechugas de pollo fileteadas (ni demasiado altas, ni demasiado finas, con un corte será suficiente) y las cubriremos con el pan triturado.
Al grill y en unos cinco minutos aproximadamente ya estará listo para disfrutar.

Lomo de cerdo gustoso con Judias

Esta receta es muy sencilla a la par que gustosa, y puede involucrar cerveza así que…
En primer lugar hay que trocear unas lonchas de lomo de cerdo y pasarlas por harina; mientras tanto en una sartén habremos puesto a pochar una cebolla troceada. Añadimos la carne enharinada, salamos y le damos la vuelta de cuando en cuando para que se dore.
Ya que no necesitamos quedarnos quietos vendo como el lomo se cuece en aceite aprovechamos para escurrir una lata de judias, o un tarro de cristal, o lo que tengamos a mano. Añadimos a la sartén medio botellín de mi cerveza Welcome to the Dark Side (u otra cerveza negra con cuerpo), removemos y dejamos que se evapore dejando su intenso sabor.
Ahora podemos añadir las judias a la sartén y remover. Corr3egimos de sal, añadimos pimienta y (si queremos) algo de perehil o cilantro picado y a la mesa.

Pollo Oriental

Esta receta es de la querida escritora de ciencia ficción Aliette de Bodard, recién ganadora de un premio Locus, quien se entretiene con experimentos culinarios interesantes, dedicándose a la fusión de la cocina de Vietnam con la inspiración francés, como podéis ver en su blog.
Yo he modificado un poco su receta, pero me ha salido muy gustosa.
La base del plato es arroz. Inevitable. Yo he utilizado arroz normal porque se me había acabado el Basmati, pero lo ideal es usar Basmati o Thai. Para darle sabor lo hervimos en caldo de pollo en lugar de hacerlo en agua salada. Ver el consejo acerca del caldo.
Una vez hervido y escurrido lo ponemos en el fondo del plato. Ahora sacamos del armario nuestra sartén WOK y la ponemos a calentar. Añadimos un mango cortado en trozos pequeños y un poco de aceite. El mango se caramelizará gracias a sus mismos azúcares, sólo tardará un par de minutos.
Ahora podemos añadir la pechuga de pollo cortada en tiras no muy largas. Lo ideal sería conseguir trozos de las mismas dimensiones del mango. Revolvemos y sazonamos. Si queremos podemos añadir algo de salsa de soja, pero no mucha porque el mango es muy dulce y nos puede salir un postre en lugar de un plato ‘fuerte’.
Poco antes de apagar el fuego añadimos tomate fresco troceado. Un par de tomates serán suficientes. No se deben deshacer del todo.
Cubrimos nuestro fondo de arroz y ¡a la mesa!
(yo le puse unas hojas de albahaca fresca en el último momento, es que en verano la albahaca siempre es un éxito)

Spaghetti Calabacín y Gambas

Esta pasta se puede preparar en pocos minutos, especialmente si hemos preparado con antelación los calabacines. La próxima semana empezaré a hablar del tema ‘pre-preparación’: siempre es bueno disponer de algunos ingredientes casi preparados.
Por si no tenemos aún una reserva de calabacín, cortamos un par de ellos en rodajas finas y los cocinamos en una sartén con aceite  de oliva y sal hasta que se reblandezcan. Mientras tanto, limpiamos las gambas (o langostinos, o cigalas, o langosta etc. etc.) y las troceamos.
Ponemos a hervir el agua para la pasta y, en una sartén más pequeña, salteamos las gambas con un poco de aceite. Tardarán uno o dos minutos en cocinarse bien. Una vez cocidas las juntamos con los calabacines, porque los habremos cocinado en una sartén más grande que podremos aprovechar para condimentar la pasta también. A mí me gusta añadir también guindilla picada (a veces cocida con las gambas) o incluso aceite picante.
Para este plato aconsejo utilizar una pasta larga: spaghetti o tagliatelle u otra pasta larga al huevo.

Ensalada de pasta con Calamares

Una receta de pasta ‘tibia’ (yo no la considero pasta fría porque tiene un toque caliente) y gustosa.
La base es la ensalada de pasta con pesto y olivas que he presentado en un post anterior, pero en este caso la enriquecemos con un par de calamares limpios que saltearemos con poco aceite de oliva.
La presentación será más impactante si aprovechamos el truco para que los calamares se hagan un rollito, y que podemos encontrar aquí.

Croissants de endivia rellena

He preparado este plato como entrante durante las vacaciones navideñas, con toda la familia reunida, y ha sido todo un éxito.

Cortamos las endivias por la mitad y les quitamos el corazón. Las estofamos unos minutos en la sartén con aceite de oliva hasta que se ablanden, salando para quitar el amargor de la ensalada.
Trituramos con el robot de cocina jamón cocido de calidad y queso tierno, mejor si es gouda. También se puede añadir alguna hierba aromática, por ejemplo orégano o albahaca.
Cortamos en tiras una hoja de hojaldre y vamos a ‘construir’ los Croissants alrededor de la media endivia en la que hemos sustituido el corazón por la mezcla de jamón y queso, enrollando el hojaldre a partir de la base de las endivias y dejando libre su punta.
Pintamos el hojaldre con huevo y horneamos hasta que se dore.

Lomo de cerdo especiado

La clave de este plato reside en unas buenas lonchas de cabeza de lomo, que tienen un poco más de grasa y son más gustosas estofadas,  y en la mezcla de especias adecuada.
Para este último punto yo prefiero preparar mi propia mezcla con guindillas picantes picadas, nuez, genjibre, comino, pimentón dulce, pimienta blanca y cebolla deshidratada y molida. Algunos le ponen ajo, yo no porque no me gusta, pero que cada uno lo haga como prefiere. Empapamos las chuletas con la mezcla de especias y luego las cortamos en trozos medianos.
En una cazuela ponemos aceite, cebolla picada, apio picado, zanahoria picada (todo a mano o con una picadora que nos ahorra tiempo) y un poco de sal y pimienta molida.
Cuando la cebolla se ha reblandecido y las demás verduras han soltado parte de sus jugos añadimos la carne y la doramos bien removiendo con una cuchara de madera. Por último añadimos el tomate triturado y dejamos estofar durante una hora y media o más. La grasa del lomo se deshará y nos dejará un plato sabroso, con bocados dulces y bocados picantes, que podemos acompañar con arroz, couscous o, como en el caso de la foto, con trigo hervido.