jueves, 7 de noviembre de 2013

Higado encebollado

Un primer consejo: usamos siempre y sólo hígado de ternera. Lo limpiamos de las pieles y las durezas que tiene y lo cortamos en tiras.
Cortamos dos o tres cebollas y las rehogamos con aceite de oliva y un poco de mantequilla. Cuando se hayan transparentado añadimos el hígado y removemos bien.
Elegimos las especias (secas) con las que acompañar este plato: yo suelo usar orégano y tomillo, pero también se pueden usar albahaca, nuez moscada… Dejamos que tanto el hígado como la cebolla se llenen del sabor de las especias. Sazonamos, por supuesto (a menudo me olvido de escribirlo, pero es que me parece tan obvio que prefiero avisar cuando no hay que hacerlo). Podemos añadir al final de la cocción el zumo de medio limón para resaltar los sabores.
Lo servimos acompañado de arroz hervido o, muy bueno y muy italiano, de polenta.

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