Esta pasta se puede preparar en pocos minutos, especialmente si hemos
preparado con antelación los calabacines. La próxima semana empezaré a
hablar del tema 'pre-preparación': siempre es bueno disponer de algunos
ingredientes casi preparados.
Por si no tenemos aún una reserva de calabacín, cortamos un par de ellos en rodajas finas y los cocinamos en una sartén con aceite de oliva y sal hasta que se reblandezcan. Mientras tanto, limpiamos las gambas (o langostinos, o cigalas, o langosta etc. etc.) y las troceamos.
Ponemos a hervir el agua para la pasta y, en una sartén más pequeña, salteamos las gambas con un poco de aceite. Tardarán uno o dos minutos en cocinarse bien. Una vez cocidas las juntamos con los calabacines, porque los habremos cocinado en una sartén más grande que podremos aprovechar para condimentar la pasta también. A mí me gusta añadir también guindilla picada (a veces cocida con las gambas) o incluso aceite picante.
Para este plato aconsejo utilizar una pasta larga: spaghetti o tagliatelle u otra pasta larga al huevo.
Por si no tenemos aún una reserva de calabacín, cortamos un par de ellos en rodajas finas y los cocinamos en una sartén con aceite de oliva y sal hasta que se reblandezcan. Mientras tanto, limpiamos las gambas (o langostinos, o cigalas, o langosta etc. etc.) y las troceamos.
Ponemos a hervir el agua para la pasta y, en una sartén más pequeña, salteamos las gambas con un poco de aceite. Tardarán uno o dos minutos en cocinarse bien. Una vez cocidas las juntamos con los calabacines, porque los habremos cocinado en una sartén más grande que podremos aprovechar para condimentar la pasta también. A mí me gusta añadir también guindilla picada (a veces cocida con las gambas) o incluso aceite picante.
Para este plato aconsejo utilizar una pasta larga: spaghetti o tagliatelle u otra pasta larga al huevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario