Siempre tengo en el congelador unos bistecs de ternera, que
descongelo cuando se prevé aprovecharlos. Pero a veces las previsiones
no son correcta, y no se puede volver a congelar la carne tal cual. Y
para no aburrirnos...
En el robot de cocina he picado un buen puñado de pistachos limpios y salados. A continuación he limpiado tres bistecs de sus grasas, los he cortado en tiras y los he picado junto con los pistachos, consiguiendo así una carne picada prácticamente sin grasa.
He vertido todo en un bol y he añadido un huevo, mezclando bien con un tenedor. Luego un poco de queso parmesano rallado para adsorber la humedad residual del huevo. Y directo a la sartén con un poco de aceite de oliva.
Estas albóndigas han acompañado un risotto a la Piamontesa (es decir, un risotto rojo, con concentrado de tomate) y no han decepcionado: ¡¡¡han sido un éxito hasta con los niños, que suelen ser los más críticos de la casa!!!
En el robot de cocina he picado un buen puñado de pistachos limpios y salados. A continuación he limpiado tres bistecs de sus grasas, los he cortado en tiras y los he picado junto con los pistachos, consiguiendo así una carne picada prácticamente sin grasa.
He vertido todo en un bol y he añadido un huevo, mezclando bien con un tenedor. Luego un poco de queso parmesano rallado para adsorber la humedad residual del huevo. Y directo a la sartén con un poco de aceite de oliva.
Estas albóndigas han acompañado un risotto a la Piamontesa (es decir, un risotto rojo, con concentrado de tomate) y no han decepcionado: ¡¡¡han sido un éxito hasta con los niños, que suelen ser los más críticos de la casa!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario